HOLA!!

Hola, soy Esther Claver, psicóloga y terapeuta familiar. He decidido crear este blog para dar a conocer mis competencias como docente y terapeuta y poder compartir estos valores con personas que necesiten orientaciones concretas y quieran compartirlas también. en estos tiempos de crisis económica no todo el mundo puede permitirse una terapia, así es que he decidido poner mi "granito de arena".

Empezamos pues este nuevo proyecto donde podrás entrar y contarnos tus preocupaciones. Yo, desde aquí, intentaré ayudaros en lo que pueda !!!

Bienvenidos y bienvenidas!!

¿Cuál es mi modelo?

 

Históricamente la psicología como disciplina trabaja desde el individuo y su relación con el terapeuta dentro de un marco confidencial.
A partir de finales de los 50, en Estados Unidos, se empieza a observar la relación del binomio paciente – familia y la influencia reciproca entre ambos. Así mismo, dentro de la terapia infantil, se observa que conductas del menor vienen influenciadas o son consecuencia de la conducta materna sobre el niño. A estas dos corrientes se unen las investigaciones sobre la esquizofrenia.
Gradualmente, en los años 60, se pone en practica las investigaciones sobre la terapia familiar sistémica y se van configurando las principales escuelas:
·          Universidad de Georgetown (EE.UU.). Representante: Murray Bowen. Modelo que enfatiza la importancia de la familia de origen.
·          Philadelphia Child Guidance Clinic (E.E.U.U.). Representante: Salvador Minuchin. Modelo de terapia familiar estructural, los problemas o síntomas se generan por una estructura o configuración familiar inadecuada.
·          Mental Research Institute (Palo Alto, California). Se basa principalmente en investigaciones sobre la comunicación en las familias con personas esquizofrenicas. Hay dos líneas de trabajo:         -> Terapia breve: Fisch, Weakland y Watzlawick.
            -> Terapia estratégica: Haley y Madanes.
·          Instituto de Terapia Familiar de Washington (EE.UU.). Representante: Joy Haley. Se basa en la premisa de que los síntomas son una forma de comunicación en la familia.
·          Centro para Estudios de la Familia de Milán. Representantes: Moscolo, Cechinn, Pratta y Selvinni-Palazzoli. Se trabaja sobre la comunicación en la familia y el constructivismo.

A continuación se expone una tabla que resume las principales Escuelas de Terapia Familiar y sus características más representativas.



AUTORES REPRESENTATIVOS
LUGAR DE DESARROLLO
FOCO DE INTERVENCION
OBJETIVO INTERVENCION
TÉCNICA CARACTERÍSTICA
PSICOANALÍTICA
Ruffiot, Liendo
Francia
La represión
“Insight”
Interpretación
EXISTENCIAL
Stierling
Alemania
La delegación
Reconciliación
Reenvío a los orígenes
TRANSGENERACIONAL
Boszormenyi-Nagy
USA
La lealtad invisible
Pago de deudas
Rituales terapéuticos
COMUNICACIÓN
Satir, Chogoya
USA
La mala comunicación
Buena comunicación
Descubrir nuevos modelos de comunicación
ESTRUCTURAL
Minuchin
USA
Confusión de límites
Reestructuración sistema familiar
Manipulación. Prescripción directa. Explicitación
ECLÉCTICA
Andolfi, Masson
Roma, Suiza, España
La disfuncionalidad del sistema
“Todo es verdad si funciona”
Interpretación, reestructuración, reformulación, manipulación, prescripción paradógica…
ESTRATÉGICA
Haley
USA
La incapacidad para resolver problemas
Devolución de los problemas
Reformulación
SISTÉMICA
Watzlawick, Sluzki
RMI, Palo Alto (USA)
Los sistemas disfuncionales
Cambio de la interacción disfuncional
Manipulación no explicitada
PARADÓGICA
Selvini-Palazzoli
Milán
No deseo de cambio
Provocar crisis
Connotación positiva, prescripción paradógica



     

TEORIA GENERAL DE LOS
SISTEMAS

Ya en la Grecia clásica nos encontramos con el principio Aristotélico de la no-sumatividad: El todo es mas que la suma de sus partes.
Hablamos de sistema entendiéndolo conceptualmente como el conjunto de los objetos junto con las relaciones entre los objetos y sus propiedades (Hall y Fagen, 1956).
Actualmente podemos hablar de que un sistema es un conjunto de elementos en interacción dinámica organizados en función de una finalidad.
De esta definición se desprende por un lado que un sistema es una totalidad y que sus componentes y propiedades solo pueden comprenderse como funciones del sistema total; por otra se introduce la noción de finalidad, del objetivo que cada sistema persigue.
Los sistemas se clasifican en abiertos y cerrados:
- Los sistemas son cerrados cuando no intercambian materia, energía y/o información con su entorno.
- Un sistema es abierto cuando intercambia materia, energía y/o información con su entorno. Son propiedades de los sistemas abiertos:
* Totalidad o no Sumatividad: “El cambio en un miembro del sistema afecta a los otros, puesto que sus acciones están interconectadas mediante pautas de interacción. Las pautas de funcionamiento del sistema no son reducibles a la suma de sus elementos constituyentes”.
* Retroalimentación: En un sistema, las acciones de cada miembro se convierten en información para los demás, de forma que favorecen determinadas acciones en ellos o las corrigen.
* Circularidad: Debido a la interconexión entre las acciones de los miembros de un sistema las pautas de causalidad no son nunca lineales.
* Equifinalidad: Un mismo efecto puede responder a distintas causas.
Los sistemas puede ser estables: “un sistema es estable con respecto a alguna de sus variables si éstas tienden a permanecer dentro de limites definidos”.
Estos términos se llevan de la misma manera a la familia como sistema relacional introduciendo a los conceptos antes mencionados el de homeostasis familiar: “proceso de mantenimiento de la organización del sistema familiar a través del feedback negativo”.
LA FAMILIA, La familia se comporta como un sistema, compuesto de individuos (subsistemas) en relación duradera y sujeta a las influencias de su entorno (suprasistema). La familia es algo más que la simple suma de sus miembros y sus características (principio de la no-sumatividad).
La familia recibe “inputs” a partir de los subsistemas y del entorno, que funcionan como lazos de retroacción. Las familias presentan potenciales homeostáticos para preservar su equilibrio de las agresiones internas o externas, pero también tienen potenciales morfogeneticos que favorecen la adaptación del cambio. El resultado es la progresiva diferenciación de sus miembros.
En el sistema familiar se intercambia información. Todo comportamiento familiar es comunicativo y define la relación de los miembros.
Dentro del entorno de la familia podemos diferenciar cuatro niveles (Bronfenbrenner, 1979):
·          El nivel mas inmediato: microsistema. Incluye los roles, relaciones y fenómenos presentes en los escenarios en los que la familia se desenvuelve cotidianamente,
·          El mesosistema.
·          El exosistema. Incluye las relaciones, los roles y la dinámica de funcionamiento de contextos en los que la familia no esta directamente presente,
Todos los sistemas anteriores están a su vez inmersos en una cultura concreta, que tiene determinadas costumbres, valores, roles y características que, a un nivel mas o menos indirecto, mediatizan y determinan lo que ocurre a su vez en los niveles a los que engloba, es el macrosistema.


     

TEORIA DE LA COMUNICACIÓN
HUMANA

En líneas generales apuntaremos los conceptos y principios básicos manejables de la teoría de la comunicación útiles en nuestro trabajo, a los que debemos estar atentos, que nos proporcionaran gran parte de la información de lo que ocurre dentro de los sistemas relaciónales. Para ello seguiremos a Watzlawick y su teoría de la comunicación humana.
Partiremos de la comunicación entendida como un proceso de interacción: “Un fenómeno permanece inexplicable en tanto el margen de observación no es lo suficientemente amplio como para incluir el contexto en que dicho fenómeno tiene lugar, por lo que nos centraremos en las manifestaciones observables de las relaciones humanas a través de la comunicación”.
Tradicionalmente la comunicación humana se puede subdividir en tres áreas: sintáctica, semántica y pragmática, siendo esta última la que cobra especial interés para nuestro trabajo ya que es la que se ocupa de los efectos de la comunicación sobre la conducta.

Conceptos básicos:
·          La comunicación se produce como intercambio de información entre dos personas: el emisor manda un mensaje al receptor y este a su vez al emisor dándose así un proceso de retroalimentación de la información o feedback.
La retroalimentación puede ser positiva o negativa: la retroalimentación positiva lleva al cambio y la retroalimentación negativa caracteriza la homeostasis.
·          Al comunicar repetimos ciertas pautas implícitas tanto en la base tacita de la comunicación como en la forma personal de transmitir, se da la redundancia.
·          Nos resulta difícil comunicar sobre como es nuestra comunicación, hablar sobre como se habla o se disiente, en otras palabras metacomunicar.
·          Las acciones de los componentes de un sistema relacional están interconexionados por lo que las pautas de comunicación no son lineales sino circulares, por lo que las manifestaciones de un sujeto refuerzan retroactivamente las manifestaciones del otro, lo que implica la circularidad de las pautas de comunicación.

Axiomas de la comunicación:

            La comunicación posee algunas propiedades simples que encierran consecuencias interpersonales básicas. Estas propiedades son de naturaleza axiomática (un axioma es un enunciado básico que se establece sin necesidad de ser demostrados):

ES IMPOSIBLE NO COMUNICAR: “En un sistema, todo comportamiento de un miembro tiene un valor de mensaje para los demás”. La no-conducta no existe.

”TODA COMUNICACION TIENE UN ASPECTO DE CONTENIDO (NIVEL DIGITAL) Y UN ASPECTO RELACIONAL (NIVEL ANALOGICO / C.N.V.) TALES QUE EL SEGUNDO CLASIFICA AL PRIMERO Y ES, POR ENDE, UNA METACOMUNICACION”. El nivel de contenido de un mensaje transmite información mientras que el nivel relacional nos indica como nos queremos relacionar con nuestros interlocutores.

LA NATURALEZA DE UNA RELACION DEPENDE DE LA PUNTUACION DE LAS SECUENCIAS DE COMUNICACIÓN ENTRE LOS COMUNICANTES”. Como ya hemos apuntado la comunicación se caracteriza por patrones de circularidad, sin un principio ni un fin claros, por lo que la definición de la relación entre los interlocutores dependerá de la manera en que estos establezcan secuencias: quien tiene la iniciativa, predomina, depende,...a través de la manera de puntuar los hechos.

”LOS SERES HUMANOS SE COMUNICAN TANTO DIGITAL COMO ANALOGICAMENTE. EL LENGUAJE DIGITAL CUENTA CON UNA SINTAXIS LOGICA SUMAMENTE COMPLEJA Y PODEROSA, PERO CARECE DE UNA SEMANTICA ADECUADA EN EL CAMPO DE LA RELACION. POR CONTRA, EL LENGUAJE ANALOGICO POSEE LA SEMANTICA PERO NO UNA SINTAXIS ADECUADA PARA LA DEFINICION INEQUIVOCA DE LA NATURALEZA DE LAS RELACIONES”.

”TODOS LOS INTERCAMBIOS COMUNICACIONALES SON SIMETRICOS O COMPLEMENTARIOS, según ESTEN BASADOS EN LA IGUALDAD O EN LA DIFERENCIA”.

La comunicación patológica (a partir de los axiomas de la comunicación):


Axioma
Relaciones patológicas
Imposible no comunicar
Evitación compromiso de comunicar
Uso técnica “descalificación”
Niveles de contenido / relación
Prima la lucha por la naturaleza de la relación quedando en segundo plano el aspecto del contenido.
Confirmación / Rechazo / Desconfirmacion
Puntuación hechos
Distorsión de la realidad
Profecía autocumplidora
Comunicación analógico / digital
Incongruencias entre lo analógico y lo digital
Interacción simétrica / complementaria
Escalada simétrica
Complementariedad rígida




ESTRUCTURA FAMILIAR

Por estructura familiar entendemos las pautas de interacción entre sus miembros que organizan las relaciones entre ellos.
Podemos definir a la familia como: “Un conjunto de miembros en interacción, los cuales están organizados de manera estable y estrecha, en función de necesidades básicas y que tienen una historia y un código propios que le otorgan singularidad. La familia es un sistema cuya cualidad emergente excede la suma de las individualidades que lo constituyen” (Sluzki).
La familia cumple dos funciones diferentes:
-         Una función protectora biológica, psicológica y social de sus componentes. Esta función la realiza a través de desarrollar un sentimiento de identidad de cada miembro, sintiéndose este, perteneciente al grupo familiar, pero facilitando la individuación.
-         Una función transmisora de la cultura y valores de la sociedad a la que pertenece.
La estructura de la familia la podemos representar a través del mapa familiar que nos permite organizar el material que como profesionales obtenemos de la familia, tales como las alianzas, coaliciones, triangulaciones, fronteras, distanciamientos,... Es como hacer una foto de la familia.
Dentro del sistema familiar nos encontramos con distintos subsistemas, los subsistemas pueden formarse por generación, sexo, interés o función. Nos centraremos en los subsistemas por función, dentro de los cuales diferenciamos cuatro básicos:
* Subsistema conyugal: esta formado por los dos miembros de la pareja,
* Subsistema parental: la pareja a partir del momento en que se tiene un hijo,
* Subsistema filial: el rol que desempeña el hijo,
* Subsistema fraterno: es la relación entre hermanos.
* Subsistemas abuelos: la figura de los abuelos se conecta con los mitos de la familia y con reglas de carácter intergeneracional.
Para que un subsistema sea funcional es importante que cada miembro cumpla la función propia del subsistema al que pertenece. Entre los subsistemas existen fronteras invisibles que definen la pertenencia de un miembro al subsistema correspondiente son los limites. Estos pueden ser claros (permite la suficiente diferenciación entre subsistemas), difusos (familias aglutinadas) o rígidos (limites cerrados).

ALIANZAS, COALICIONES Y TRIANGULOS
Si dos miembros de una familia se dan apoyo mutuo, comparten intereses y están unidos, diremos que establecen una alianza entre ellos.
Ahora bien, si esta alianza la utilizan para atacar a una tercera persona, entonces esta alianza se convierte en una coalición.
Cuando entre los padres se de una relación simétrica poco compensada tendrá problemas para armonizar y unificar su propuestas relaciones con respecto a sus hijos, esto puede generar triangulaciones manipulatorias:
-         Chivo expiatorio: cuando los padres (una díada) establecen una firme unión con respecto al comportamiento sintomático del hijo (del otro), desviando así las dificultades de conyugalidad quedando de esta manera el hijo triangulado en la relación de sus padres. A este tipo de configuración se la denomina tríada desviadora – atacadora.
-         Tríada desviadora asistidora: los padres toman como centro a un hijo que padece alguna enfermedad, enmascarando sus dificultades entre ellos. La enfermedad del hijo facilita que los padres ayuden y protejan al hijo con problemas.
-         Triangulo perverso: dos miembros de la familia con diferentes niveles jerárquicos se unen para atacar a un tercer miembro del sistema familiar, estableciendo, por tanto, una coalición.
Este tipo de triangulo puede darse en otros sistemas que no son los familiares.
- Triángulos auxiliares: comprenden a un solo progenitor, al hijo sintomático y a otro miembro de la familia. Nunca están presentes los dos progenitores. P. ej.: hijo paciente identificado – hermano – progenitor; hijo sintomático – un progenitor – un abuelo (tríada trigeracional); hermano – hermano (fratría)– progenitor.


FAMILIA Y CICLO VITAL

Así como un organismo vivo nace, crece, se reproduce y muere, la familia, al igual que tal organismo se constituye (nace), se desarrolla (crece), se expande (se reproduce) y se disuelve (muere).
El concepto de ciclo vital tiene que ver con la idea de que las familias, a lo largo del tiempo presentan cambios, y que estos cambios se ajustan a ciertas regularidades a las que llamamos etapas. Hablar, por tanto, de desarrollo familiar es tener en cuenta que las familias cambian en su forma y función a lo largo de su ciclo vital, haciéndolo en una secuencia ordenada de etapas evolutivas.
Siguiendo a Erickson podemos distinguir las siguiente etapas evolutivas:
I.- Adultez Joven (edad 18 – 34 años).
II.- Adultez Media (edad 35 – 50 años).
III.- Madurez (de los 50 – 65 años).
IV.- Vejez (desde los 65 años).

I.- Adultez Joven (edad 18 – 34 años).
Durante este periodo se desarrolla la “intimidad” vs. “aislamiento”. Los jóvenes de entre 18 – 22 años conceden mas importancia a tres aspectos:
·          La afirmación de componentes mas diferenciales de la identidad (afectiva, sexual, cultural y socioprofesional).
·          Opciones profesionales.
·          La elección de papeles sexuales.


Ocupaciones y preocupaciones
Sucesos de crisis
Iniciar o no una familia
Embarazo no deseado, separaciones, divorcios
Desarrollar habilidades parentales
Incapacidad para adaptarse al rol paterno-materno
Prepararse para una carrera económica
Insatisfacción y frustración en la madres que dejan su trabajo por la crianza y menor participación social
Iniciarse en una actividad (primer empleo)
Dificultades académicas, desempeño deficiente en la profesión elegida
Desarrollar por completo el estilo de vida personal en un contexto social
Adquisición de casa, dificultades financieras, conflicto entre la profesión y objetivos familiares


II.- Adultez Media (edad 35 – 50 años). Generatividad


Ocupaciones y preocupaciones
Sucesos de crisis
Adaptación a cambios fisiológicos de la madurez
Enfermedades crónicas, declive físico, climaterio sexual
Adaptación a cambios en los hijos, que entran en el periodo de la adolescencia o de adultez joven
Rechazo de hijos adolescentes rebeldes
Consolidación económica y social
Conflictos en el trabajo, preocupaciones financieras, desempleo
Reexaminar las elecciones tempranas de la vida y reelaboración de motivos anteriores
Conciencia de la discrepancia entre los objetivos de la vida y los logros
Modificar la estructura de la vida a partir de los cambios en la familia y relaciones laborales
Problemas matrimoniales o flirteos extramatrimoniales, regreso de la mujer al mundo laboral después de la crianza
Reestructura familiar reincorporando a los padres
Decisión sobre el cuidado de los padres ancianos o perdida de estos


III.- Madurez (de los 50 – 65 años). Generatividad vs. Estancamiento


Ocupaciones y preocupaciones
Sucesos de crisis
Adaptación a la vejez fisiológica
Problemas de salud
Preparación para la jubilación
Decisiones sobre la jubilación
Hacer productivo el uso del aumento de tiempo libre
Se produce el fenómeno del “nido vacio” cuando el ultimo hijo deja el hogar
Afrontamiento de la muerte
Muerte del cónyuge, divorcio
Balance de lo vivido y construcción de planes para el futuro
Resistencia a la jubilación por la perdida de papeles laborales, de responsabilidades,...


IV.- Vejez (desde los 65 años). Integridad del yo vs. Desesperación


Ocupaciones y preocupaciones
Sucesos de crisis
Delegar poderes y tareas, cuidar de los mas jóvenes
Indiferencia por parte de los adultos jóvenes
Percepción de la realización de satisfacción con nuestra propia vida
Momentos de estrés, perdida de poder adquisitivo, descenso de la autoestima
Disfrutar de comodidad física y emocional
Dificultades financieras,
Nuevo rol: el de ser abuelo que conlleva la idea de perpetuidad
Enfermedad, incapacidad, institucionalización
Pensamiento reflexivo
Conciencia de soledad



La familia esta en proceso de cambio, evoluciona, no es una entidad estática al igual que los contextos con los que se relaciona la familia esta sometida a las demandas de cambio tanto internas como externas. Los cambios que se producen en el presente van cobrando relieve en el paso del tiempo. Al igual que como sistema el cambio que se produce en un miembro del mismo afecta a todo el conjunto.
El desarrollo de la familia transcurre, igual que pasa de forma individual, en etapas que siguen una progresión de complejidad creciente. Hay periodos de equilibrio y adaptación, caracterizados por el dominio de las tareas y aptitudes pertinentes. También hay periodos de desequilibrio, originados en el individuo o en el contexto. La consecuencia de estos es el salto a un estadio nuevo y mas complejo, en que se elaboran tareas y aptitudes también nuevas.
Dentro del ciclo vital de la familia distinguiremos cuatro etapas fundamentales que giran en torno al crecimiento de los hijos:

I.- LA FORMACION DE LA PAREJA.

Se elaboran las pautas de interaccion que constituyen la estructura del holon conyugal. Pueden darse tensiones entre las necesidades del holon de la pareja y las necesidades individuales.
Se configuran las fronteras de la nueva unidad, se crean reglas, pautas comunes. Habrá que modificar reglas insatisfactorias individuales.
Cada miembro de la pareja tiene que configurarse en una parte dentro del universo de pareja (complementariedad). Se da la cesion de individualidad.

II.- LA FAMILIA CON HIJOS PEQUEÑOS.

Nacimiento del primer hijo lo que implica la creacion de nuevos holones: parental, madre-hijo, padre-hijo implica una estructura disipadora. Se pueden formar coaliciones entre subsistemas.
El holon conyugal se tiene que organizar en torno a nuevas reglas para enfrentar las tareas. Habrá que egociar nuevos contactos con el mundo exterior, se incorporan nuevas redes sociales.
Continuos cambios en las pautas adaptados a las etapas de desarrollo del hijo

III.- LA FAMILIA CON HIJOS EN EDAD ESCOLAR O ADOLESCENTES.

Organizacion en torno al sistema escolar. Se produce negociacion y modificacion de ciertas reglas y nuevos limites entre padres e hijos. Se introduce el grupo de iguales y la autonomia de los hijos desorganiza las pautas establecidas en la familia. El proceso de individuacion de los hijos produce requerimientos de cambio familiar.

IV.- LA FAMILIA CON HIJOS ADULTOS

La familia vuelve a estar constituida por dos miembros. Se produce el llamado “síndrome de nido vacio”.
Se renegocian las relaciones padres – hijos adultos.
Se inicia la preparacion y afrontamiento de la etapa de envejecimiento.

El desarrollo de la familia incluye fluctuaciones, periodos de crisis y su resolución en un nivel mas elevado de complejidad. Los periodos de transición de una etapa a otra reestructuran a la familia y conllevan un estrés adaptativo. Las relaciones cambian y también el reparto de poder.
El ciclo vital familiar nos permite tener una lente de evaluación del individuo y de la familia que habla de: contenido (etapas evolutivas – estrés peculiar) y procesos (pasos, desarrollo, cambio, relaciones). Nos permite organizar la información del individuo, la pareja y la familia. Más adelante volveremos sobre este tema en relación a problemas concretos relacionados con la infancia.





ROLES, REGLAS Y MITOS
FAMILIARES

La familia es un sistema gobernado por reglas entendiendo por reglas acuerdos relacionales que establecen dos o mas personas y que prescriben las formas de comportarse: quien hace que, en que momento y de que manera. Es por tanto que las reglas regulan el comportamiento del sistema familiar.
Podemos distinguir tres tipos de reglas.
·          Explicitas: Son aquellas que se verbalizan con claridad  en el momento de acordarlas, desde el origen (p. ej.: tareas domesticas).
·          Implícitas: Cuando en el origen no se verbalizaron pero se están llevando a cabo y están aceptadas por la familia (p.ej.: quien va a las reuniones de padres en el colegio).
·          Secretas: La familia no es consciente de ellas y si el observador las señala, la familia no las reconocería ya que ayuda a mantener la homeostasis en el sistema. Tienen que ver muchas veces con la transmisión generacional. El terapeuta no debe confrontar a la familia con una regla secreta (p.ej.: no se puede hablar de sentimientos).
Las reglas también se pueden clasificar como:
·          Prescriptivas: Son aquellas que se trasmiten de generación en generación.
Descriptivas: Son aquellas que la familia construye a través de compartir las mismas experiencias, realidades,...

EL MITO FAMILIAR es un sistema de creencias que esta bien formado a través del cual la familia conforma su identidad. Como se ve la familia, la imagen interna que tiene la familia de si misma.
El mito familiar se basa en las reglas secretas de la relación familiar, cuando el mito es muy rígido no permite el cambio en la familia, la protege del mundo exterior, favorece la homeostasis familiar. Si un miembro de la familia la confronta con esta imagen ideal, con el mito, se vera rechazado por la familia convirtiéndolo en la “oveja negra”.
Por el contrario si el mito no es rígido favorece la “economía de energía” familiar.
Podemos hablar de:
·          Mitos de armonía: La familia tiene una visión rosacea de la vida.
·          Mitos de disculpa: Buscar a alguien externo para culpabilizar de lo que pasa en la familia.
·          Mitos de salvación: Se piensa “alguien nos salvara”.
·          Mito de la mala suerte: “A nosotros las cosas no nos pueden ir bien”.




EVALUACION Y DIAGNOSTICO


Etimológicamente, el termino diagnostico significa “conocer”, “distinguir”. La medicina entiende por diagnostico “el acto de reconocer una enfermedad mediante el análisis de sus signos y síntomas; en este sentido, el diagnostico es necesario ya que de él dependerá el tratamiento a seguir.

Este modelo clásico de diagnostico no es el empleado en terapia familiar ya que:
a) El diagnostico de la familia no se centra en un miembro de ella sino que pone el acento en el sistema total, en la estructura de las relaciones de todos sus miembros.
b) Diagnostico y terapia no se realizan en dos fases diferentes en el tiempo, sino que se llevan a cabo de forma conjunta, se entrecruzan, van unidos.
c) No se puede hacer una diferenciación rígida entre lo “observado” (familia) y el “observador” (terapeuta); ambos sistemas se influyen mutuamente y co-evolucionan.
Por tanto, es muy difícil separar la etapa de evaluación de la etapa terapéutica. Diagnostico y tratamiento permanecen inseparables a lo largo de todo el proceso terapéutico, de manera que el diagnostico evoluciona al mismo tiempo que el sistema familiar a lo largo de la terapia.
Al hablar de diagnostico familiar se trata mas de “evaluación” que de “análisis”, ya que la observación del terapeuta pone el acento en el funcionamiento global y sistémico de la familia, mas que en el de cada individuo.
     
Lo primero que vamos a tener en consideración es el ambiente terapéutico. El espacio donde recibimos a la familia debe ser un espacio amplio, en la medida de lo posible, para facilitar el movimiento, con sillas dispuestas en circulo, si vamos a trabajar con niños contemplar un espacio (si son pequeños) para ellos. Una pizarra.
En el primer encuentro con la familia se le informara de los aspectos mas importantes: En que consiste la terapia familia, si hay opción a grabar la sesión, solicitar el permiso para ello, explicar el porque de la grabación; si se trabaja con espejo unidireccional la utilidad del equipo al otro lado del espejo.
La primera sesión tiene una importancia fundamental, porque representa el primer encuentro entre el sistema familiar y el terapeuta. Establecer un contexto de abierta colaboración y confianza reciproca desde el inicio representa el objetivo central de esta sesión y una base para la consecución de una terapia valida.

PRESESION: El primer contacto, en la mayoría de los casos, va precedido de una entrevista telefónica en la que se obtiene una serie de informaciones que van mas allá de los contenidos específicos que permite enterarse de aspectos transaccionales importantes.
La persona que telefonea puede:
- Ser el mas motivado para una intervención terapéutica. Pero también puede querer arrastrar a los otros a terapia. Puede proponer en el primer contacto establecer una coalición con el terapeuta para situarse así en una posición privilegiada con respecto al resto de miembros.
- Puede ubicarse en una posición de competencia con el terapeuta e intentar dar información secreta, imponer reglas,...
- Puede dar a entender que la situación es desesperada mediante el tono de voz utilizado o la información proporcionada y que el encuentro terapéutico servirá solo para corroborar esto.
- Puede alimentar expectativas mágicas o estigmatizantes sobre el problema – situación familiar intentando delegar desde este momento en el terapeuta – experto.

LA PRIMERA SESION: Suponiendo que en este primer encuentro citemos a la familia en pleno, la dividiremos en cuatro estadios.

1.- ESTADIO SOCIAL: en el que se recibe a la familia y se la ubica cómodamente. Se establece un primer contacto con cada uno de ellos.
Se les invita a sentarse a cada uno donde quieran, se les familiariza con el ambiente, se les comunica la confidencialidad de las sesiones. Se pide a cada miembro que se presente diciendo su nombre y se formulan una serie de preguntas que puedan activar respuestas participantes e interesantes para todos.
A la hora de entrar en contacto con la familia se tendrá en cuenta el tipo de población con la que estamos trabajando: nivel socio-cultural, edad, roles sociales,...Y adaptaremos nuestro lenguaje, estilo personal, formulación de preguntas al mismo.
Debemos transmitir a los componentes de la familia que cada uno de ellos es igualmente importante y digno de atención.
En esta primera fase el terapeuta recoge una serie de observaciones útiles para la sucesivas fases de la sesión:
~ Tono general de la familia: “congelada”, “jovial”,”tensionada”, “confiada”, “voluntario”, “forzado”...
~ Relaciones entre los padres y los hijos: “severas”, “despreocupadas”, “incompetentes”, “confirmaciones”, “desconfirmaciones”, apariciones de tics, estereotipias,...
~ Relaciones entre los padres: si hay desacuerdos patentes, si se presentan unidos, si la relación esta mediada por un hijo, si influye la presencia de la familia de origen propia o del otro, ...
~ Relación entre los hijos: si hay capacidad o falta de capacidad de tener gustos comunes, apoyos, entendimiento,...
~ Relación entre los miembros de la familia y el terapeuta: Si los niños viven al terapeuta con miedo (como un castigo), con curiosidad. Si la familia se ha sentido reforzada por la persona que realiza la derivación u obligada,...

2.- ESTADIO DE FOCALIZACION DEL PROBLEMA: Se pasa a una exploración mas directa del problema que llevo a la familia a consulta.
~ Como pedir informaciones sobre el problema. La manera de realizar las preguntas nos sirve para obtener la información del problema desde diversas perspectivas.
Podemos realizar una pregunta abierta para que cada miembro de la familia exponga su consideración del problema: ¿que problema tienen?.
Podemos preguntar de un modo mas individual dirigiéndonos a cada miembro estableciendo  un espacio personal de respuesta no inducido por el resto de los miembros: ¿Cual es el problema, en tu opinión?.
Podemos preguntar para obtener una puntualización de las expectativas familiares respecto a la terapia: ¿Que esperas al venir aquí?.
Podemos plantear la pregunta para establecer conjuntamente con la familia una posible hipótesis de cambio familiar: ¿Que cambio querrías que se produjera en tu familia?.
~ Como recibir lo que la familia refiere en torno al problema. Las cosas que debería hacer el terapeuta son: a) Que cada uno exprese su opinión sobre el problema, para probar el nivel de autonomía y de respeto de los miembros de la familia; b) Si alguno interrumpe, anotarlo e impedir que ocurra de nuevo, evitar que hablan en plural con el “nosotros”; c) Solicitar a los miembros de la familia que se refieran al problema en términos concretos.
Las cosas que debe de evitar el terapeuta son: a) Dar interpretaciones o formular comentarios para ayudar a una persona a ver el problema de una manera distinta de como lo esta presentando; b) Dar consejos pedagógicos; c) Permanecer implicado en las emociones de alguno de los familiares respecto del problema.
~ Observaciones del terapeuta. Mientras se plantean las preguntas el terapeuta debe observar como se comporta cada uno, la información digital y analógica que aportan, la congruencia entre ambas comunicaciones, como reaccionan los otros ante las aportaciones del miembro que esta hablando.

3.- ESTADIO INTERACTIVO. En este momento el terapeuta se propone: a) activar intercambios comunicativos directos entre los miembros de la familia sobre el problema o sobre algún aspecto vinculado con él; b) visualizar la estructura familiar, reglas, aspectos funcionales y disfuncionales que se entrecruzan en el curso de la sesión; c) preparar el camino para la sucesiva definición de un objetivo terapéutico.
El contrato terapéutico da la medida del compromiso de cada uno para lograr los cambios. Ha de ser claro y concreto. Si la primera sesión no ha proporcionado la información suficiente se pueden proponer algunas sesiones mas exploratorias a fin de evaluar la situación conjuntamente con la familia.
Una vez establecido un primer objetivo que será modificable o ampliable a lo largo de la terapia, se podrá establecer un acuerdo general sobre la duración del trabajo, donde y como intervenir, evaluar los logros y reforzar a la familia en la consecución de los cambios en un tiempo definido.

4.- EL SEGUIMIENTO: En torno a los seis meses después de terminar la terapia se tiene un nuevo contacto con la familia. Los objetivos de este seguimiento son:
- Obtener información sobre el desarrollo posterior de los problemas del paciente y del estado general de la familia;
- Evaluar los objetivos a medio plazo que se concertaron con la familia o cliente en la ultima entrevista;
- Tener una evaluación sobre la eficacia de los métodos terapéuticos utilizados.
Este seguimiento se realiza a través de un cuestionario que se remite por carta, este cuestionario se puede rellenar también por teléfono o mediante una entrevista.


 
LA ENTREVISTA
FAMILIAR


Los objetivos de la entrevista son:

-         Recoger información del cambio producido desde la entrevista anterior y de los recursos puestos en marcha por la familia para conseguirlo.
Evaluaremos si se produjo cambio o no y la manera en que llego a producirse. El objetivo es mostrar al paciente sus propias estrategias con la esperanza de que las continúe usando y que se perciba dotado de recursos.
-         Información del no-cambio. Lo primero a conocer deben ser las razones del incumplimiento de las tareas asignadas. Puede haber razones internas a la tarea que impidieron su cumplimiento o externas. Si fuera así la situación es simple, se toma en consideración las contingencias externas y/o internas y se rediseña la tarea.
El incumplimiento de la tarea por parte de la familia significa que el terapeuta debe proponer otra cosa. ¿Que movimientos puede realizar?

* puede ampliar el material a evaluar y a partir de la nueva información elaborar una nueva intervención.
* pueden invertir el tipo de solución intentada hasta el momento.
* puede proponer una cosa distinta y no necesariamente lo opuesto.
* puede pedir a la familia que imagine bajo que condiciones cambiaria su situación y que podría hacer para establecer esas condiciones. A continuación la terapia se movería a cumplimentar las condiciones,
* puede concluir la necesidad de que nada cambie (una salida estratégica) por razones que el terapeuta no comprende. Esta solución debe intentarse solo como ultimo recurso cuando todas las demás hayan desembocado en una falta de cambio.
-         Elaborar un tema que lleve a producir un cambio en la pauta disfuncional de la familia. Tradicionalmente se admite que esta ruptura se produce por dos causas: por violar una regla que declara, dentro de la familia, ciertos temas como tabú y por toma de conciencia;
Romper con una pauta interaccional conseguida durante la entrevista mediante algún recurso, cuyo denominador común suele ser: focalización en la pauta, intensificación de la pauta y presentación de una alternativa. En estos casos la ruptura tiene una doble finalidad: de intervención (cambio) y de evaluación (ya que durante el proceso de sustitución de la pauta interacional se consigue información sobre la capacidad de cambio de la familia);
Preparar a la familia para determinada intervención final. El modo en que se la prepara suele adoptar dos formas: énfasis en ciertas soluciones y temas (y omisión de otros; hablamos de una omisión activa, no de una elección de temas que, lógicamente, deja otros al margen) que hagan aparecer la propuesta de intervención como una consecuencia lógica de lo que se estuvo hablando y, raramente, evitando (de nuevo de forma activa) de ciertos temas para que la solución tenga un efecto de sorpresa los mas profundo posible.
En realidad casi todas las entrevistas participan de este triple carácter de la elaboración.
-         La entrevista como instrumento para la toma de decisiones. La entrevista nos sirve para recabar información y utilizarla para proponer una tarea dirigida al cambio. De lo que se derivan dos necesidades fundamentales: que la evaluación se realice sobre aspectos básicos del funcionamiento familiar que afecten a sus posibilidades de cambio y que la manera de recabar información sea altamente fiable.


 
TECNICAS DE INTERVENCION[1]


·          Intervenciones Pragmáticas.
- Cambio de sillas en sesión: Comunica a la familia un mensaje reestructurador de como debería reorganizarse la familia. Se le pide a los miembros que se muevan y tomen posiciones de acercamiento.
- Las prescripciones de comportamiento: pueden usarse en el trascurso de la sesión o en el tiempo transcurrido entre una sesión y otra. Se aísla una secuencia comportamental de la vida diaria y se trabaja sobre ella, p.ej. El juego de una madre con el hijo; que una pareja salga junto un día por semana.
-> Las prescripciones directas (consejo, explicaciones, sugerencias, interpretaciones o tareas)  son aquellas indicaciones directas y claras de acciones que hay que hacer y que tienden a la resolución del problema presentado o al logro de uno de los progresivos objetivos del cambio. Es útil cuando se trata de personas colaboradoras y que oponen escasa resistencia al cambio. Se realiza una prescripción sobre la manera de comportarse frente a la situación problema para lograr desactivar los mecanismos que la mantienen operante.
-> Las prescripciones indirectas: Son aquellas imposiciones de comportamiento que enmascaran su verdadero objetivo, por lo general se atrae la atención del paciente hacia alguna otra cosa problemática que reduzca la intensidad del problema presentado.
-> Prescripciones paradójicas: Ante un problema que se presenta como espontáneo e irrefrenable resulta muy eficaz prescribir el comportamiento sintomático mismo, ya que de esta manera se coloca a la persona en una situación paradójica de tener que realizar voluntariamente aquello que es involuntario e incontrolable y que siempre ha intentado evitar. Poseen un gran poder de evitacion de la resistencia y por ello son de gran utilidad en la fase prioritaria de ruptura del sistema que controla el problema. Para idear una paradoja sistémica, el terapeuta relaciona el síntoma con la función que este cumple en el sistema.
- La escultura familiar: es una técnica por medio de la cual se recrean en el espacio las relaciones entre los miembros de la familia, a través de la formación de un cuadro físico. Es una “metáfora espacial”. Se visualizan y se experimentan las configuraciones relacionales de la familia. 
·          Intervenciones Cognitivas.
- Connotación positiva: Definir las relaciones minimizando el riesgo de la descalificación dotando a los miembros del sistema familiar de una relación de igualdad en el mismo plano.
- Las reformulaciones: consiste en la aportación por parte del terapeuta de una visión matizada distinta o radicalmente nueva de alguna construcción narrativa personal o de un mito familiar, de la que la prescripción suele ser su culminación natural.
El encuadre terapéutico atiende al objetivo de hacer que la familia avance hacia un manejo mas diferenciado y eficiente de su realidad disfuncional. El terapeuta inicia su encuadramiento tomando en cuenta lo que la familia considera importante.
- Preguntas circulares: Se caracterizan por una curiosidad general acerca de los posibles nexos de eventos que incluyen el problema, mas que por una necesidad especifica de conocer los orígenes precisos del mismo. El terapeuta formula preguntas para poner de manifiesto conexiones entre personas, acciones, percepciones, sentimientos y contextos. Son preguntas que pueden ejercer efectos liberadores y posibilitar que la expectativa de lugar de control de cambio se ubique dentro de la familia.
·          Intervenciones Emocionales.
- Reparaciones: Son los movimientos reparadores que neutralizan, de forma parcial o total, el daño inflingido en el rutinario fluir de la interacción, posibilitando una adecuada nutrición emocional.
- Reconocimiento: Es un gesto significativo por parte del terapeuta mediante el cual se comunica a quien interesa que sus sufrimientos están justificados, y que sus causas son comprensibles. Se reconoce un sentimiento validando su dolorosa expresión. Puede ir acompañado de un gesto de alto valor simbólico por parte del terapeuta con la intención de sus manifestaciones verbales.
·          Técnicas narrativas.
Aquellas intervenciones terapéuticas que, de una forma estructurada, utilizando la literatura o la expresión plástica, cuentan historias o proponen elementos adecuados para la construcción de nuevas narraciones.
Se puede utilizar la narración a las familias de cosas similares que le han acontecido a otras familias. O cosas que el terapeuta ha hecho con otras familias y que haría con ellos si no fuera porque su problema es diferente. Las posibilidades se encadenan conformando historias “inspiradas en la vida real”, que son otros tantos estímulos para los que los reciben.
·          Escenificación.
Es la técnica por la cual el terapeuta pide a la familia que dance en su presencia. Así construye una secuencia interpersonal en la sesión, en que se ponen en escena interacciones disfuncionales entre los miembros de la familia. Esta escenificación se produce en el contexto de la sesión, en el presente y en relación con el terapeuta. Al tiempo que la promueve, este tiene la posibilidad de observar las interacciones familiares. Entonces el terapeuta puede intervenir en el proceso, sea para aumentar su intensidad, prolongar la duración de la interacción, hacer participar a otros miembros de la familia, indicar modos diferentes de interacción.


EL PAPEL DE LA FAMILIA EN EL PROCESO TARAPÉUTICO Y REHABILITADOR DE PROBLEMAS EN LA INFANCIA.


De los estudios sobre el Ciclo Evolutivo Familiar sacamos como conclusiones que todas las familias pasan por fases críticas en las que el equilibrio emocional y organizacional se pone a prueba y que esas fases son una parte más del crecimiento familiar. Las familias pueden superar todas sus dificultades y adaptar los cambios o bien sufrir un estancamiento en alguna etapa, formándose un foco problemático que pueda dar lugar a los síntomas más diversos tanto emocionales como físicos.
Conocer el ciclo evolutivo normal de la familia puede servir como una útil herramienta diagnóstica al profesional y  puede ayudarle a encontrar la explicación  de muchos trastornos antes inexplicables en dificultades para superar las exigencias de una etapa, o bien en una desviación  conflictiva de este ciclo evolutivo normal.
Los profesionales de la salud, tanto física como psicosocial, deben ser conscientes de que trabajan con personas que están inmersas en grupos con los que mantienen fuertes relaciones y que, muchas veces, la explicación de los trastornos que nos presentan está en la historia de este grupo. Otras veces, cuando el trastorno proviene del exterior (enfermedad, accidente...), debe percatarse de que impacta de una determinada manera en una persona, pero de otra también en su familia. La intervención terapéutica en este caso, para ser realmente eficaz, debe buscar la manera de extenderse al grupo.

De entre los sucesos vitales que producen cambios en la familia, la irrupción de una minusvalía, o una enfermedad física grave o crónica es uno de los más impactantes y de los que más comprometen el equilibrio, sobre todo en determinadas etapas y más aún, si quien padece la enfermedad es un niño o niña. También el hecho de que exista un síntoma que ralentice el desarrollo normal de uno de los hijos o hijas hace que la familia se desequilibre en alguna medida. Necesita entonces que en la búsqueda del equilibrio se le oriente hacia acciones encaminadas al apoyo del miembro sintomático.
Hagamos un breve recorrido por las diferentes etapas vitales más interesantes para el tema que nos ocupa, viendo en cada una de ellas aspectos a tener en cuenta en relación con el miembro sintomático.
Bowen (1978 y 2010)  sostiene que la familia no puede cambiar su pasado, sino su relación con él. El sentido de movimiento de una familia puede atascarse después de una pérdida. Por eso, es recomendable que la familia retome un sentido de la vida como un pasaje a través del tiempo, del pasado al futuro.

El hecho de que en el seno familiar aparezca un síntoma en uno de los miembros de la fratría en ocasiones se vive como una pérdida: un miembro “sano” deja de serlo. Guardando las distancias evidentes, la familia pasa por una etapa de “duelo” ante una pérdida. En un primer momento se pasa por el reconocimiento de la realidad: se ha perdido el "niño sano" y aquí está el  “imperfecto”. Los progenitores tienden a sentirse culpables y a la vez, a buscar culpables. Es cuando se hacen cariotipos, se le pregunta a la familia extensa si existió algún antecedente, etc. Quieren saber la causa que hace que muchas de  sus expectativas se hayan venido abajo. Es importante que alguien lo suficientemente significativo les diga qué expectativas se van a cumplir y cuáles no. El empezar a facilitarles información sobre lo que sí llegará  a hacer su hijo o hija les resultará más productivo que pensar en las dificultades. Han de aprender a descubrir las potencialidades más que a centrarse en las dificultades. Eso les dará una sensación de control que será crucial en el proceso rehabilitador.
Otro aspecto importante en esta primera etapa de detección del problema es la expresión de dolor. Cada miembro reaccionará de una forma diferente ante el hecho. Puede haber negación del mismo, minimización o maximización del problema. El acompañamiento comprensivo es necesario. Una vez delimitados los límites reales del problema, hay que adaptarse a la nueva situación. Muchas familias necesitan apoyo en estos primeros momentos. Existe el riesgo de que se generen hechos estresantes en la familia, algunos de los cuales ya hemos mencionado en la introducción. Han de adaptarse al cambio familiar,  deben pensar en que este niño o niña necesita cuidados especiales que en muchos casos desconocen completamente. La familia vive la sensación de tener un desconocido en casa. Cuando uno de los miembros ya ha  superado el “shock” inicial, puede que comience a buscar respuestas a sus preguntas buscando información de una forma casi obsesiva o bien dejar en manos de profesionales el desarrollo de su hijo o hija sin querer saber nada más. Entre estos dos extremos de reacción hay diferencias de una familia a otra y cambios a lo largo del proceso rehabilitador a los que el profesional debe estar atento para entender y acompañar a la familia afectada en todo momento.
La repercusión en los hijos e hijas "sanos" es evidente: mayor control de su desarrollo por parte de los progenitores, aparición de expectativas desproporcionadas, celos de la parte de la fratría que no recibe igual atención que el miembro con dificultades… un riesgo para alguno de los hermanos "sanos" es la "parentalización", es decir, la exigencia de implicación en el proceso y de ayuda al hermano o hermana con dificultades que no le corresponde por edad y posición dentro de la familia. A lo largo de nuestra experiencia profesional hemos visto cómo hermanos han llegado a tener su vida totalmente condicionada a la dificultad del miembro sintomático sin poder seguir su propio proceso evolutivo de una forma armónica.

Como hemos indicado más arriba, la sobreprotección del hijo o hija sintomático es un riesgo añadido que impedirá el desarrollo de la parte “sana” de ese miembro. El tratamiento de las dificultades no debe suponer la negación de las potencialidades.
El contexto escolar merece especial atención. Las intervenciones coordinadas de todos los y las profesionales implicados en el proceso rehabilitador es muy importante y la familia juega un papel muy importante en este proceso. El nivel de exigencia escolar ante el niño o niña con dificultades ha de ser consensuado. En la etapa escolar, todo niño y niña atraviesa el periodo de socialización que se caracteriza por ciertos aspectos que necesariamente han de tenerse en cuenta para que no interfieran ni se confundan con el proceso rehabilitador y la provisión de apoyos en si mismos. La negación de autoridad, la oposición al adulto, la posible irritabilidad del niño o niña mostrados en este proceso de socialización no tienen porqué ser derivados de la dificultad concreta que presenta.

Volviendo al sistema familiar, la edad intermedia de la pareja, puede ser una época feliz, con una mayor estabilidad económica y emocional, con hijos más independientes, con unas relaciones más estables con la familia extensa etc.  Pero también puede ser una etapa conflictiva; las diferencias entre las expectativas y metas juveniles y la realidad con la que se enfrentan al tener un problema en uno de sus hijos o hijas puede ser desilusionante. Puede suceder que aparezcan problemas añadidos en el miembro sintomático, ya adolescente, que sean especialmente sensibles a la tensión familiar y que tengan como objeto “distraer” el conflicto de los padres y estabilizar el sistema. Resolver conflictos conyugales en la etapa intermedia suele ser mucho más difícil que en los primeros años, porque ahora los matrimonios tienen unas pautas establecidas de una forma más rígida, rencores acumulados  y otras características que los hagan más reacios al cambio. El profesional debe ser consciente de ello y ayudar a la familia y al miembro con problemas a entender lo que pasa en el sistema familiar y poner los límites adecuados a cada circunstancia. El hijo o hija sintomático puede percibir, de forma no consciente, que su mejora acarrea que los problemas de pareja, quizá aparcados temporalmente por la atención que él precisa, surgen de nuevo. Quizá, y  también de forma velada, la pareja prefiera su rol de “cuidador primario” a tener que enfrentarse con una relación matrimonial previamente deteriorada.
El momento de la emancipación de la fratría es un hito a tener en cuenta, ya que el miembro con dificultades puede que quede “rezagado”, lo que prolonga la etapa de cuidado parental en unos progenitores que por propia evolución deberían pasar a la etapa del “destete” o del “nido vacío”.
En definitiva, y después de este breve recorrido evolutivo, concluimos que la familia es un grupo que influye poderosamente en los individuos que la componen y que ofrece protección y cuidados altruistas, de modo espontáneo, cuando surge un problema que afecta a uno de sus miembros. Los profesionales de la salud deben aprender a aprovechar esta característica utilizándola como la mejor aliada terapéutica posible.


Sea cual sea el contexto desde el que estemos interviniendo, el profesional responsable del proceso terapéutico de un niño  o niña con dificultades puede tener en cuenta estas breves recomendaciones sobre la intervención familiar.

Básicamente, en toda relación terapéutica se siguen las siguientes fases:

1.- Establecimiento de la relación con la familia.
2.- Estudio de la situación familiar: recogida de información, valoración y diagnóstico.
3.- Conciencia de la situación y motivación al cambio.
4.- Intervención sobre las áreas disfuncionales.
5.- Anclaje, generalización y consistencia de los resultados.
1.- Establecimiento de la relación con la familia.

El profesional, además de saber, debe transmitir calidez, comprensión, cercanía, credibilidad, empatía, capacidad de escucha, autenticidad, y espontaneidad. Así creará una alianza terapéutica en la que la familia se sentirá confiada y segura de que su hijo o hija está recibiendo una atención de calidad.
Los progenitores verán el sentido del proceso terapéutico cuando sientan que pueden negociar los objetivos a conseguir con su hijo o hija y las tareas que ellos han de realizar dentro de dicho proceso. Confiarán en que el cambio es posible y que forman una parte activa de dicho cambio. En cualquier contexto lo importante es centrarse tanto en el qué pasa como en cómo se sienten. El o la profesional  no debe imponer sus creencias ni juzgar según su criterio. La familia tiene competencias. El profesional ha de descubrirlas y potenciarlas para que la propia familia  sea protagonista de su cambio.
2.- Estudio de la situación familiar: recogida de información, valoración y diagnóstico.
Una vez creada la relación terapéutica, estaremos en disposición de recabar información sobre la familia que pueda ser de interés para nuestro plan de intervención con el niño o  niña. Para ello podremos utilizar técnicas de recogida de información como el genograma o el ecomapa, o también test, cuestionarios estandarizados, etc.

Un genograma es un formato para dibujar un árbol genealógico que registra información sobre los miembros de una familia y sus relaciones sobre por lo menos tres generaciones. Los genogramas muestran la información familiar en una forma que provee de un vistazo rápido de patrones familiares complejos y una fuente rica de hipótesis acerca de cómo un problema puede estar conectado con el contexto familiar y la evolución del problema y del contexto con el tiempo.

El Ecomapa recoge información del contexto que rodea a la familia.
A la hora de valorar la información que tenemos, tal y como indicamos en otros puntos de este artículo lo más importante es no centrarse sólo en lo que no funciona, sino en las potencialidades. “Siempre hay una mejor decisión que tomar” (Garrido)

Una vez tenemos una primera valoración del potencial familiar, plantearemos la forma en cómo la familia puede incluirse en el proceso terapéutico de su hijo e hija sintomático. Incluiremos también en nuestro plan el papel que consideramos que necesitamos que cumplan todos los y las profesionales que rodean al caso que nos ocupa (médicos, profesores y diferentes agentes sociales si los hubiera). Elaboraremos una temporalización y una metodología que consensuaremos con todos los implicados.
3.- Conciencia de la situación y motivación al cambio.
El Plan de intervención, como decimos, ha de ser consensuado. Una imposición “experta” no aporta gran cosa a la alianza terapéutica necesaria. Debe haber necesidad de cambio y relación de ayuda mutua.
Es también importante delimitar la intervención de una forma realista, que todos los implicados sean conscientes de la realidad del problema y de la capacidad de cambio.
4.- Intervención sobre las áreas disfuncionales.
En el transcurso de cualquier proceso terapéutico pueden surgir dificultades que merman las competencias instrumentales (hábitos) y/o relacionales (roles, límites entre subsistemas y comunicación) de los miembros de la familia para ser parte activa en la rehabilitación de su hijo o hija.

Existen diferentes técnicas que podemos incluir en el plan de intervención para ir salvando estas dificultades y que la familia retome su competencia y restaure su equilibrio. El modelado, el refuerzo positivo, la asignación de tareas y la retroalimentación son algunas de las técnicas que según nuestra experiencia nos ayudan a este objetivo restaurador, sobre todo en cuanto a las competencias instrumentales. En cuanto a las competencias relacionales las técnicas más utilizadas son la redefinición, la connotación positiva, la metáfora o la redefinición, entre otras. No nos extenderemos en su definición, ya que sobrepasaría el objetivo de este artículo.
5.- Anclaje, generalización y consistencia de los resultados.
Una vez finalizado el proceso terapéutico trazado en el plan de intervención sobre el trastorno del niño o niña, es importante que la dinámica familiar adquirida siga su curso y se generalice en el tiempo. Trazaremos un plan de seguimiento durante un tiempo que incluya no sólo los logros conseguidos en el caso de rehabilitación sino la situación de las competencias familiares adquiridas.
“Solamente dos legados duraderos aspiramos a dejar a nuestros hijos; uno raíces…el otro, alas”
(Hodding Carter)




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[1]    Juan Luis Linares, Identidad y Narrativa, Barcelona: Paidos, 2007
      Salvador  Minuchin y H. Fishman, Técnicas de Terapia Familiar, Barcelona: Paidos, 2004

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